“El puerto arrastra 25 años de desidia”

El presidente de la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina, Ángel Brisighelli, advirtió sobre el grave deterioro del puerto de Ushuaia y señaló que los problemas estructurales “no son nuevos, sino que se vienen arrastrando hace más de dos décadas”.

“La situación general del puerto no es nueva. Hay falencias que se repiten desde hace 20 o 25 años, y eso es lo más grave: no haberlas solucionado”, sostuvo Brisighelli en diálogo radial.

El dirigente explicó que distintas inspecciones, realizadas a lo largo de los años, detectaron las mismas deficiencias: “El mal estado de las defensas, las carpetas rotas, la falta de señalización o de mantenimiento son cosas que cualquiera que trabaja en el puerto puede ver. Son los mismos problemas que aparecen en todos los informes desde hace décadas”.

Brisighelli reconoció que el reciente informe técnico, que tomó estado público en plena campaña electoral, despertó suspicacias políticas, pero aclaró que “el problema no es de ahora ni tiene color partidario”.

“Puede haber una intención política detrás de la difusión, pero el fondo de la cuestión es otro: el puerto tiene deficiencias desde hace años y nadie las resolvió. Lo político es la publicidad del problema, no el problema en sí”, remarcó.

En esa línea, recordó que “todas las gestiones provinciales y nacionales de los últimos 20 años han tenido responsabilidad” en el deterioro de la terminal fueguina. “Estamos hablando de un abandono que atraviesa gobiernos y partidos. Falta interés, falta trabajo y falta vocación por solucionar los problemas”, agregó.

El titular de la Federación también apuntó a la estructura interna del organismo portuario:

“El puerto tiene solo dos cargos políticos; el resto es planta permanente. Pero en 20 años no hubo ni autoridades que bajen una impronta de mejora ni una planta proactiva que impulse soluciones. Eso demuestra una cultura general de no resolver los problemas”, señaló.

Brisighelli recordó incluso una advertencia que data de hace años: “Hubo un jefe de Prefectura que le pidió al entonces presidente del puerto ‘ayúdeme a no tener que clausurarlo’. Esa frase me quedó grabada. Porque las inspecciones se hacen, pero los resultados son siempre los mismos”.

El referente turístico reconoció, sin embargo, que la actual gestión “ha hecho una obra importante con la ampliación del puerto y mejoras en el ingreso”, aunque insistió en que persisten deficiencias históricas.

Sobre el aumento de tarifas aplicado por la administración portuaria, fue categórico:

“Las tarifas subieron entre 500% y 600% respecto del año pasado, sin que eso implique una mejora en los servicios. Es arbitrario y sin consideración por quienes trabajan allí”, denunció.

Finalmente, advirtió que si no se avanza en una política clara de mantenimiento y modernización, “en algún momento alguien va a tomar una decisión drástica”.

“Los informes siempre dicen lo mismo. Si nadie actúa, llegará un día en que alguien se canse de ver los mismos problemas sin resolver”, concluyó Brisighelli.

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